Por qué montar una franquicia de supermercado

Vamos a analizar las 5 ventajas principales de gestionar un supermercado en régimen de franquicia.

Algunas de las grandes marcas del sector de la alimentación gestionan sus puntos de venta mediante dos fórmulas, la tienda propia, gestionada por personal de la compañía, y las tiendas franquiciadas, las cuales son gestionadas por un gestor autónomo obteniendo un beneficio comercial de la misma.

1. El poder de las marcas y la marca blanca

Las franquicias de supermercado ofrecen a los franquiciados todos los conocimientos y la imagen de marca para utilizarla en la tienda que van a gestionar. Este valor, aunque intangible, es uno de los grandes puntos a tener en cuenta a la hora de decidirse por un modelo independiente o franquiciado.

El hecho de disponer de la cartelística, colores corporativos  y el rótulo en fachada de una gran compañía, hará que los clientes se sientan atraídos, y será más fácil conseguir la confianza de los mismos y finalmente, lo que más nos importa, convertir esa atracción en ventas.

Además del valor de la marca, todas las empresas del sector disponen de su propia gama de productos de marca blanca, aquella identificada con la simbología de la empresa, y con un precio mucho más asequible que las marcas de proveedores de reconocida fama nacional e internacional.

Cada vez más, la inversión de los grandes retailers de la alimentación se destina a la mejora en la calidad y precio de esa marca blanca, y eso se traduce en una gran aceptación por parte del consumidor, especialmente aquellos más preocupados con ahorrar en su compra de alimentos, generando también una mayor fidelización de los clientes.

Disponer de una marca blanca competitiva y de calidad en nuestra franquicia de supermercado hará que nuestras ventas mejoren y generará una mayor atracción y retención de clientes.

2. Plan de viabilidad y estudio de mercado previo

Las grandes distribuidoras están en contínua búsqueda de nuevas ubicaciones en poblaciones y lugares estratégicos. Además de buscar locales comerciales que cumplan los requisitos para implantar en ellos un supermercado, disponen de equipos humanos altamente cualificados que evalúan la venta estimada de esa localización, teniendo en cuenta competencia, paso de vehículos, poblaciones cercanas y una larga lista de parámetros, para asegurarse de que la ubicación tiene el potencial necesario para abrir un supermercado.

Una vez evaluados el local y la venta estimada, realizan un plan de viabilidad para determinar finalmente la rentabilidad que obtendrán con ese nuevo punto de venta.

Todo este trabajo previo tiene un coste importante, el cual no podría ser soportado por una persona que quiera montar un supermercado. Cuando una distribuidora ofrece uno de sus establecimientos en régimen de franquicia, tenemos la seguridad de que todo ese trabajo ya se ha realizado y tienen la certeza de que se trata de una ubicación idónea para un supermercado.

3. Ayudas a la inversión y supermercados llave en mano

Montar un supermercado desde cero implica un coste de inversión muy alto, con importes que pueden partir desde los 150.000€ si se trata de un establecimiento que no necesita de obras y con poca inversión en equipamiento, hasta superar el millón de euros e incluso cifras superiores si tenemos que invertir en obras y equipamiento.

En la mayoría de los casos un particular no podría hacer frente a esta inversión, por lo que las grandes empresas ayudan a sus franquiciados financiando parcial o totalmente las obras de acondicionamiento y el equipamiento, o bien entregando al franquiciado tiendas llave en mano, denominación con la que se hace referencia a tiendas donde la inversión por parte del franquiciado es nula, y no tiene que preocuparse de ello.

Este modelo de franquicia llave en mano, permite que los emprendedores tengan mayor facilidad a la hora de iniciar su andadura como franquiciados, y solo tengan que preocuparse de gestionar el supermercado y centrarse en vender.

4. Formación contínua, apoyo de tienda y asesoría

Antes de la apertura de una franquicia de supermercado, el franquiciado recibe la formación necesaria para la correcta gestión de la tienda. Esa formación corre a cargo de la empresa franquiciadora, que vela en todo momento para que el franquiciado aprenda todo lo necesario, y el día 1 de ventas tengas las mínimas dudas posibles.

Esta formación no termina ese día, sino que se reforzará permanentemente, con cursos de refresco y de reciclaje para estar siempre al día y con los conocimientos necesarios para una óptima gestión del supermercado.

Además de la formación, el franquiciado tendrá a su disposición a un supervisor o jefe de ventas (también reciben el nombre de jefes de zona) cuya misión consiste en asesorar al franquiciado para mejorar los resultados del supermercado, apoyando en la revisión de la gama disponible en la tienda, evaluando la pérdida conocida (caducidades y autoconsumos) y desconocida (robo interno y externo) y aconsejando en la implantación de productos novedosos que puedan suponer una mejora e incremento en las ventas.
Finalmente el franquiciado dispone de técnicos de obras y mantenimiento, promotores de franquicia y demás miembros de la compañía cuya misión es ayudar y asesorar al gestor del supermercado para que este centre su atención en vender, y no se preocupe ante una avería en los suministros o en las instalaciones, acompañan al franquiciado a las entidades bancarias para obtener financiación si lo necesitan, redacción de documentos que pueda necesitar, etc.

5. Seguridad y sostenibilidad en el tiempo

El sector de la alimentación es uno de los pocos que se mantiene siempre activo, por tratarse de puntos de venta de bienes de primera necesidad. Esto confiere al sector de una seguridad y estabilidad que resulta imposible para el resto de comercios al por menor.

Gestionar una franquicia de supermercado no solo supone trabajar en un sector seguro, sino que además nos garantiza el suministro, dado que las grandes distribuidoras tienen preferencia de compra respecto al pequeño comerciante y gestionan mayores volúmenes de mercancía, y nos garantiza a su vez la sostenibilidad del negocio, ya que los supermercados se implantan con contratos de larga duración para poder amortizar y rentabilizar las inversiones realizadas, por lo que son negocios de larga duración y suelen permanecer décadas en la misma ubicación.

Si tiene alguna duda o está interesado en gestionar un supermercado en régimen de franquicia en Galicia, puede escribirme en el formulario adjunto