Cuando te envían el presupuesto de un proyecto de arquitectura, para que les hagas una oferta económica de lo que les va a costar la obra, es imprescindible revisar las mediciones de proyecto.
Para explicar la importancia de revisar las mediciones de los proyectos voy a usar como ejemplo un proyecto de una vivienda unifamiliar.
Supongamos que un particular quiere hacerse una casa y lo primero que haces es contratar a un arquitecto para que realice el proyecto.
El proyecto cumple varias funciones. Su principal función es la de servir de documento que facilite la construcción de la vivienda. Para ello contará con planos, memorias, mediciones y precios aproximados.
Otra función que cumple el proyecto es la de asegurar que la vivienda cumple la normativa urbanística y se adapta a los requisitos que solicita el ayuntamiento pertinente.
Por último, el proyecto, concretamente la parte del presupuesto, sirve para calcular las tasas correspondientes a pagos de licencias, colegios oficiales, etc…
Vamos a suponer que el proyecto es perfecto, que ontempla la solución constructiva más adecuada para cada uno de los capítulos y que las mediciones de las partidas son exactas. Pues aún así, habría que revisar las mediciones por si acaso hubiese distintos criterios de medición.
Supongamos que la instalación eléctrica está calculada por componentes unitarios, tales como metro lineal de cable, y tú lo subcontratas por punto de luz o por unidad de vivienda de tipo A.
Supongamos que los armarios figuran en las mediciones de proyecto por metro cuadrado de frente de armario, y tú tienes que transformarlos en unidades de armario de Tipo A, B y C.
O supongamos que en el proyecto hay una unidad que es «tabique de fachada» y que incluye todas las hojas que lo componen: piedra, aislamiento, ladrillo, yeso.. y tú, cuando lo contrates, tendrás que calcular por separado el importe de cada uno de esos componentes.
A lo que voy. Que incluso si el presupuesto es perfecto, tendrías que adaptar el criterio del arquitecto al criterio de contratación de tu empresa. Por eso digo que siempre habrá que revisar las mediciones.
De todas formas, he sido muy optimista y ya te adelanto que es prácticamente imposible que el proyecto no tenga errores de medición, le falten algunas partidas o le sobren otras. Esto es así.
Por qué recomiendo no presupuestar un proyecto incompleto
Si durante la fase de revisión de un proyecto se detecta que faltan cosas: instalaciones, aislantes, acometidas, etc… tu responsabilidad como constructor profesional es avisar de esas carencias desde el principio.
Si uno de los capítulos es «Piscina y urbanización», y tú detectas que faltan un montón de partidas, porque tienes experiencia realizando piscinas, lo mejor que puedes hacer es avisar por escrito y no presupuestar de manera parcial.
Un presupuesto parcial es una bomba de relojería. Tarde o temprano saldrá a la luz y el cliente se sentirá engañado o, como mínimo, creerá que ni el arquitecto ni la empresa constructora eran buenos profesionales.
Un buen jefe de obra tiene que contribuir en la medida de lo posible a detectar errores en el proyecto. No con el afán de menospreciar al arquitecto, sino de ganarse su confianza y ayudarle a resolver estos problemas aportando soluciones.